Creo firmemente en la interpretación de los deseos del cliente y en la elaboración de la respuesta a sus necesidades concientes e inconcientes.

Cuando nacen nuestros sueños de un hogar. 

  A veces nos ocurre que vemos casas majestuosas y no preguntamos como será vivir allí, con esos mares que invaden visualmente el comedor a través de esos bellos ventanales blancos, o que se sentirá observar a las aves volar en esas alturas imposibles a las que se asoman las terrazas, incluso algunas fastuosas piscinas... Y "volamos" soñando en como transformar nuestra casa o crear una desde cero (sobre todo en primavera, acaso soñemos más los sábados y domingos luego de haber dado innumerables horas de trabajo arduo toda la semana. ¿Es acaso posible transformar nuestra casa? ¿Convertirla en un hogar, en una vivienda hecha a la medida de mi familia, de mi estilo de vida?

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Los sueños y las ansias.

   "Uno busca lleno de esperanzas el camino que los sueños prometieron a sus ansias" decía el querido Discepolín. ¿Acaso no debería honrar esas ansias asistiendo a nuestros clientes para que alcancen uno de esos sueños?

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Recursos variados.

   Generalmente nos centramos en la búsqueda de los recursos económicos olvidando la existencia de tantos otros,como el recurso humano, el edilicio, el material y demás. Sucede que las líneas que trazo cuando empiezo a trabajar en un anteproyecto parecen de grafito o de negra tinta pero en realidad son madera, de metal, de cemento, de ladrillo o de vidrio y llevan adosadas todas esas palabras e imágenes que los clientes usan para contarme de sus sueños y de sus ansias. Además, como si de un tren se tratara, llevan el secreto del puente a la materialización de las obras que son los recursos con los que contamos, en parte mencionados por los clientes y en parte advertidos por quien escribe.